Con el anunciado retorno a clases para el 30 de agosto, por parte de la SEP, así como el paulatino retorno a las actividades en diversos estados de la República, es común escuchar en redes y en páginas especializadas que los expertos llaman la atención sobre este artefacto, el medidor de CO2, el cual monitorea y alerta con una señal luminosa cuando un espacio cerrado no cuenta con buena calidad de aire.
Para un retorno seguro a clases, nuestra analista Pamela Cerdeira llama la atención sobre el uso de tener un medidor de CO2 en el salón de clases como una opción así como de otros instrumentos que garanticen o permitan la adecuada ventilación en los salones.
¿Por qué es necesario medir la calidad de aire de un lugar?
Si bien el medidor de CO2 no calcula los virus del COVID-19, sí puede detectar cuando en un lugar existe una mala calidad del aire y existe un aumento de riesgo de contagio por aerosoles. Este aparato resulta muy útil para medir la calidad del aire sobre todo si en ese lugar hubiera algún asintomático o enfermo de coronavirus que hubiera esparcido sus aerosoles en el sitio.
No hay que olvidar que el COVID-19, de acuerdo a lo que señalan expertos, se respira, ya sea por gotas -a corta distancia- o por aerosoles -a larga distancia-, de ahí que también se recomiende ampliamente ventilar los espacios cerrados.
¿Qué es un medidor de CO2?
En días pasados el Gobierno de Querétaro comunicó a sus habitantes, por medio de su periódico oficial La sombra de Arteaga que ante el aumento en el número de casos se hallaban en el escenario B y por esta razón entraban en vigencia algunas medidas para intentar contener la situación. Destacaba principalmente el uso de medidor CO2 y medir así la cantidad de este gas en los lugares cerrados.
El medidor de CO2, es un artefacto que detecta el dióxido de carbono -el gas que eliminamos durante la respiración diaria- en ambientes cerrados y nos señala cuando hay necesidad de ventilar esa zona.
¿Qué países y estados recomiendan el uso de los medidores de CO2?
Además de Japón, algunos países de Europa (Alemania, Bélgica, España, Suiza), de Sudamérica (Chile, Colombia, Argentina) así como en ciertos estados de la República Mexicana (Querétaro, Quintana Roo, Chihuahua, por mencionar algunos) están recomendando ventilar los interiores así como el uso de un medidor de CO2.
Por ejemplo, en Argentina el Consejo Federal de Educación (CFE) presentó una Guía para las instituciones educativas. Condiciones y recomendaciones para habitar la escuela donde se detallan las mediciones de CO2 en el aula, los niveles permitidos y en qué momento debe ventilarse. Este folleto oficial recomienda que se deben procurar las clases a cielo abierto o en terrazas para minimizar los riesgos de contagio. Dando clic a este enlace puedes consultar la Guía.
¿Cuáles son los niveles permitidos de CO2 en interiores y exteriores?
Si bien un monitor de CO2, por sí solo, no puede determinar si en algún espacio hay presencia del virus del SARS-COV-2 sí puede dar seguimiento y alertar cuando un espacio rebase los niveles permitidos de CO2, pues esto podría aumentar el riesgo de contagio si alguno de los presentes tiene coronavirus.
Basados en la Guía para ventilación de Aulas, en España y la Guía de la Universidad de Harvard, la estrategia del gobierno de Querétaro señala que “los medidores de CO2 son instrumentos relativamente asequibles y fáciles de utilizar que miden los niveles de dióxido de carbono en el ambiente, el cual es una de las sustancias predominantes en interiores o lugares cerrados, procedentes de la respiración de los seres vivos”.
Niveles en exteriores
El nivel de CO2 del aire exterior es de 400 a 450 ppm (partículas por millón)
Niveles aceptables en interiores
Entre 500 y 700 ppm interiores se considera aceptable
Niveles de alerta
Al llegar a 800 ppm es obligatorio ventilar la habitación para renovar el aire.
Algunos expertos consideran que si se mantienen los niveles de CO2 por debajo de mil el riesgo de contagio en interiores, sin descuidar el cubrebocas y la sana distancia, se reduce en lugares como negocios, restaurantes, teatros, transporte público y escuelas.